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La Mola es una enfermedad exclusiva de las mujeres, que se manifiesta como un crecimiento fuera de lo normal del tejido de la placenta. El pronóstico y el tratamiento de esta enfermedad depende del tipo de Mola que sea, pero es de suma importancia un diagnóstico y un tratamiento inicial y oportuno. Esta enfermedad llega a aparecer estando la mujer en cinta, aunque no es una regla. Cuando se hace un diagnóstico inicial o precoz se tienen que hacer 2 estudios que son la ecografía y los análisis para determinar el nivel de hormona gonadotropina coriónica humana (hCG).
Los tipos de Molas son tres:
Mola Completa
La mola completa es también conocida como la mola clásica y se da por la inflamación de las vellosidades de la placenta con pequeñas erupciones y desaparición de los vasos sanguíneos.
No se identifican tejidos embrionarios o fetales, cordón umbilical ni líquido amniótico.
Este tipo de mola sucede en un 90% en la fertilización de un óvulo que aún no está maduro por un esperma que no está bien y el 10% restante cuando se juntan 2 espermas y entran al óvulo sin madurar. Los síntomas que se presentan con más frecuencia con este tipo de Mola es el sangrado vaginal cuando el embarazo está en sus inicios y el tamaño del útero se hace más grande de lo que tiene que ser de acuerdo al tiempo que tiene de gestación y los niveles de la hormona gonadotropina son mucho más altos.
Mola parcial
Este tipo de mola es cuando se degenera la mola de la placenta y esta tiene un feto, principalmente cuando un óvulo es fertilizado por 2 espermas o cuando existe una falla en las divisiones de las células. La mayoría de los fetos con este problema, casi el 90%, tienen malformaciones en las manos, alteraciones cerebrales y cardiovasculares, junto con un retraso de crecimiento. Además la mola parcial presenta en el estudio ecográfico un aumento del grosor de la placenta, que contiene múltiples quistes.
Mola invasiva
A esta se le identifica por su penetración de en la pared del útero. Tanto la mola completa como la parcial pueden producir invasión, sin embargo no necesariamente es cáncer.
Normalmente esta aparece con un cuadro de hemorragia intensa. Por ecografía, el tumor aparece como zonas focales brillantes en el espesor del útero. Con un diagnóstico temprano seguido de un inmediato tratamiento, se puede prevenir la perforación uterina y la necesidad de realizar una histerectomía.
Tratamiento
Cuando se detecta una mola se tiene que interrumpir el embarazo por medio de un legrado, este se tiene que hacer por una aspiración y se tiene que realizar antes de que comiencen complicaciones con el paciente.
Después de realizar el aborto se tiene que realizar un tratamiento periódico de hormonas gonadotropinas durante un periodo que va de 6 a 24 meses. Si esta enfermedad no se llegar a quitar y comenzara a ser maligna se tendrá que pasar a la quimioterapia, ya que por medio de este tratamiento las pacientes se llegan a curar al 100% gracias a que esta enfermedad es muy sensible.
