¿Cómo es?
Mientras el hombre permanece acostado de espaldas, la mujer se coloca encima de rodillas o en cuclillas con la espalda totalmente derecha. De esta manera podrá controlar el movimiento y el grado de penetración, teniendo un completo dominio de la situación.
Lo Bueno.
- La mujer tendrá el control total, asumiendo una postura de dominación que le dará confianza para realizar el acto como ella quiera hasta darse y darle una satisfacción completa.
- Por otro lado el hombre tiene las manos libres para poderlas usar como sea necesario. Esta posición ayuda a tener un gran estímulo al punto G.
Lo Malo.
- La penetración tiene un punto a cuidar: si se sale el pene de la vagina durante el acto sexual puede llegar a doblarse y lastimarse debido a que el peso de la mujer recaerá sobre él.