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La Ley en Gambia, África, está muy pesada en cuestión de derechos civiles y derechos humanos, pues en su código penal decreta como delito “antinatural” las prácticas homosexuales, donde incluso el presidente, Yaya Jammeh, la ha calificado como “amenaza” nacional.
En otros países tales como Mauritania, Sudán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unido, Irán y algunos estados del norte de Nigeria, las relaciones entre hombres adultos son castigadas con la muerte. Mientras que en Arabia Saudí, se establece la muerte por lapidación si uno de los hombres que se encuentra dentro de la relación sexual, está casado con una mujer; así como una pena de cien latigazos y el destierro de un año para los solteros.
En India y Pakistán, se tiene un castigo de cadena perpetua, mencionando que son “ofensas contra la naturaleza” o “antinaturales”. Por su parte, Egipto, si bien no condena las prácticas homosexuales entre adultos, con consentimiento y en privado, si se persiguen al momento de hacer manifiesto su afecto públicamente, arrestando, persiguiendo y condenando a los o las involucradas.
Por otro lado, Marruecos menciona en su legislación que “cualquier persona que cometa actos lascivos o antinaturales con otra de su mismo sexo, será castigada con una pena de prisión entre 6 meses y 3 años”.
Sin embargo, quien se lleva la corona a la homofobia es Irak, pues ahí le cierran el ano con un pegamento especial a las personas que tienen relaciones homosexuales, mismo que sólo puede ser retirado con cirugía. Sin embargo, la tortura no termina sólo con el pegamento, sino que continúa la misma suministrando una bebida que les produce diarrea, y, al tener el esfínter sellado, les ocasiona la muerte. Teniendo como punto final la grabación en teléfonos móviles para después distribuirse por Internet.
