Al reducirse los precios aumenta el acceso

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07 de Julio de 2011
 
El precio de los condones—se ofrezcan o no gratuitamente, subvencionados o a precios comerciales—tiene un fuerte efecto en la cantidad que se usa (236). Existen numerosos ejemplos de precios rebajados que estimularon las ventas de condones. En Haití, cuando un programa redujo los precios a la mitad, las ventas aumentaron a más del doble (144, 441). En Brasil, con la introducción de condones subvencionados se triplicó el volumen total del mercado (587).

A la inversa, al aumentarse los precios se reducen las ventas de condones, como ocurrió en Zimbabwe después de que el gobierno intentara recuperar los costos (90). En Bangladesh, cuando los precios de cinco marcas de anticonceptivos vendidos por el programa de comercialización social aumentaron en un 60%, término medio, las ventas de condones se redujeron en un 46% en los 12 meses siguientes antes de recuperarse (103). En Pakistán, al aumentar el precio de un condón de la comercialización social, su uso declinó de manera pronunciada entre los usuarios de bajos ingresos (132).

Algunos proveedores públicos de condones han comenzado a cobrar a la mayoría de los clientes, a la vez que establecen exenciones o escalas móviles de precios para asegurarse de que no se les nieguen los servicios a los clientes más pobres (548). Si se incita a las personas que pueden pagar por los servicios a hacerlo, los más necesitados estarán mejor provistos (535). Los recursos anteriormente asignados para proveer de servicios y productos a las familias de ingresos medianos podrían redistribuirse para proveer mejor a las familias más pobres (418).

En algunos países el sector privado está ofreciendo más servicios de salud reproductiva (78, 535). En Uganda, por ejemplo, donde la demanda de condones ha subido de manera pronunciada, 70% de los condones importandos se compran a través del sector privado (376). Los precios de los condones comerciales varían mucho—de un país a otro y dentro de los países. En una encuesta de 1993 se encontró que los precios variaban en distintas partes del mundo de sólo uno o dos centavos de dólar a más de US$1.00 por condón (461).

En los países en desarrollo los precios de los condones comerciales pueden ser demasiado altos para la mayoría de los consumidores. Los condones importados generalmente están sujetos a derechos de importación, impuestos y derechos de licencia que pueden elevar considerablemente los precios (128, 295, 461). Además, los envíos internacionales añaden algo a los costos (229, 447), lo mismo que el margen de precio de los distribuidores, mayoristas y minoristas (489).

¿Distribución gratuita? Si los precios más bajos estimulan la venta de condones, es de suponer que el suministro gratuito de condones por parte de numerosos programas gubernamentales y no gubernamentales incrementará aún más su uso. En algunas situaciones el ofrecimiento gratuito de condones ha incrementado el uso, mientras que la interrupción del abastecimiento gratuito lo ha reducido. Por ejemplo, cuando cesó la distribución gratuita entre refugiados en el norte de Uganda y se la sustituyó con la venta, la distribución bajó a menos del 10% de los niveles anteriores (252).

Por otra parte, es probable que los condones obtenidos gratuitamente no se usen tanto como los condones comprados (350). En Camerún, por ejemplo, se encontró en un estudio que la mitad de las personas que obtenían condones gratuitos nunca los usaban, en comparación con sólo 10% de las personas que los compraban (351). Cuando se paga por un condón se demuestra la intención de usarlo, lo cual puede no ser cierto si se lo recibe gratis (564). Además, la gente puede pensar que los condones gratuitos son de calidad inferior (230, 351, 422). Tal vez la distribución gratuita no mejore el acceso si los suministros son limitados o si los condones pueden obtenerse solamente en dispensarios de salud muy dispersos (425).

Dirección logística. Casi todos los programas pueden incrementar el acceso si distribuyen los condones de manera más eficiente (125). La escasez de condones en el ámbito local e incluso nacional por lo común puede evitarse o reducirse con una mejor programación (199, 562, 563)—o sea, asegurándose de que la demanda se ha estimado correctamente y se han previsto los suministros y asistencia necesarios (591). Con una dirección logística y un pronóstico adecuados, los condones estarán más fácilmente disponibles, evitándose el problema de tener grandes existencias de condones almacenados sin un sistema de distribución eficaz.