'Derechos aquí, derechos ahora'. Bajo este lema Viena abre sus puertas a la Conferencia Internacional sobre el SIDA. Más de 20.000 científicos y expertos debatirán cómo abrir el acceso a la asistencia médica para los infectados por el virus.

Según los últimos datos publicados por la ONU, desde que apareció la enfermedad, 60 millones de personas se han contaminado, y más de dos millones de personas mueren en el mundo cada año a causa de esta enfermedad. Pero los millones de infectados son mucho más que las simples cifras de una nómina. Cada uno de los enfermos debe acostumbrarse a convivir con una enfermedad que no sólo tiene efectos físicos, sino también sociales y psicológicos.

La cantidad de afectados crece año tras año, así como la enorme cantidad de dinero que se ha dispuesto para la investigación y el desarrollo de una vacuna efectiva. Todo esto ha transformado al VIH en un problema de seguridad nacional en muchos países.

Julio Montaner, presidente de la conferencia SIDA 2010, afirmó que la meta de lograr acceso universal al tratamiento contra el VIH para el año 2010, proclamada por los países del G8, no se ha cumplido. Según Montaner, actualmente cerca de 10 millones de enfermos en todo el mundo pueden contar asistencia médica. Al mismo tiempo, la medicina ya permite excluir el 90% de contagios y hasta el 100% de contagios de la madre al niño, y el problema consiste solamente en la falta de voluntad y compromiso político, un problema que debe ser resuelto.

En un mensaje de vídeo con motivo de la inauguración de la conferencia, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, brindó su apoyo a la lucha contra la enfermedad. "No más infecciones, más discriminaciones. Respeto de los derechos aquí y ahora", comentó.

En su intervención hoy, el ex presidente estadounidense Bill Clinton ha reconocido los avances en la lucha contra el SIDA alcanzados en los últimos años, pero ha subrayado la necesidad de una mayor eficiencia de la gestión de los recursos para frenar la pandemia y tratar a más enfermos. Según Clinton, "debemos hacer las cosas mejor, más rápido y a menos coste", porque "el dinero" que se malgasta "pone en riesgo vidas".

Por su parte, la comunidad científica aún no ha sido capaz de indicar cuándo será posible disponer de un método definitivo para combatir el VIH. La Nobel de medicina francesa Françoise Barré-Sinoussi, una de los descubridores de la enfermedad, comentó que a pesar de que la ciencia ya ha logrado reducir la mortalidad por el VIH en un 85%, por lo menos en Occidente, los contagiados tienen que ser medicados durante toda su vida, y esta terapia antirretroviral a menudo provoca graves efectos secundarios, incluido cáncer, recoge EFE. En cuanto a la creación de una vacuna profiláctica, esta no ha sido un fracaso total, sino que es una forma de acumular información, subrayó Barré-Sinoussi. La científica avisó que "ni siquiera se sabe qué respuesta inmunológica causaría una vacuna para prevenir el contagio".

Hace algunos años la comunidad científica se vio sacudida por el anuncio del centro Véktor en Rusia. El complejo científico aseguró que, tras años de investigación, habían logrado obtener una vacuna efectiva contra el virus del SIDA, una luz de esperanza para millones de enfermos. Pero todavía estaba en la primera etapa de pruebas clínicas, y los investigadores no podían decir que efectivamente la tenían hasta concluir las pruebas.

Ese proceso toma bastante tiempo. Para probar su validez hacen falta cerca de diez años de ensayos y pruebas. Una vez que estas concluyan con éxito, la posible cura podría estar lista para utilizarse.